13 de agosto de 2010

Despedidas y palabras enlazadas.

- Ya sabéis que lo llevo pensando todo el verano pero ahora lo tengo claro y no voy a cambiar mi decisión.
- Babi, ¿se puede saber que has decidido?- Allí estaban todos, tanto ellas como David, ÉL, Héctor y Jaime.
-Me quedo. Alicia ya lo sabe, se lo dije antes de ayer a Isabella y a todos los de allí. Sabéis que no me gusta Madrid, además quiero cambiar de aires y de gente.

Todavía recuerdo la cara de Bella cuando se lo dije hace dos días que fui a verla y a coger las cosas que me faltaban de mi casa. Mis padres han aceptado mi decisión con tal de que viva en casa de mi abuela y sea la misma de siempre. Recuerdo a todos mis amigos de allí, a Carlo, a Mariela, a Anette, a Emily, Nicole, Bryan, Mario, Ariane, Dafne, Eric...todos reunidos en un parque, todos mis compañeros de clase desde pequeños, todos aquellos con los que había pasado mis mejores momentos, todos sabíamos que nos teníamos que separar algún día pero hasta que ese día no llega no sabes como vas a reaccionar. Ella. Se la inundaron los ojos de lágrimas, no paraba de repetir q me iba por su culpa, que ya no la quería más, no me soltaba, no paraba de repetírmelo por más que la prometí que íbamos a hablar todos los días, que la contaría las cosas como hasta ahora, que iría a verla los fines de semana pero aun así sé que sentía eso por dentro. En cuanto pueda iré a verla otra vez, después de mis vacaciones.

En esa habitación había sentimientos divididos. Ellas. Ellas estaban felices, sonreían, reían, decían todas las cosas que ibamos a hacer, planeaban cosas para Navidad, para carnaval... Héctor y Jaime también estaban contentos, felices, pero también había caras atónitas, lágrimas, miradas de tristeza. Ellos. Anastasia, David, ÉL. Ella no paraba de preguntarme por qué, ÉL ni si quiera sabía que yo me lo estaba planteando y todo esto le pillo por sorpresa, y David. No dijo nada. Salió de la habitación y todavía no sé nada de él. Tiene el móvil apagado y le ha dicho a Any que no me diga dónde está. Por más que le busqué por la noche en todo el pueblo no le ví. Esta noche me voy y cuando vuelva él ya no estará aquí. ¿Por qué nunca se pueden hacer las cosas sin que se lastime a alguien que quieres?
Ya está todo dicho, ya no les voy a ver hasta septiembre. Me da mucho miedo equivocarme aunque sepa que aquí siempre les voy a tener a ellos, pero no me olvido todavía de los que dejo allí. Decisiones y más decisiones. Antes solo tenía que decidir con que muñeca quería jugar y ahora todo esto. No me gusta hacerme grande. 18 días sin saber nada de nadie. Tengo la cabeza hecha un lío. David. Sigo pensando el él. No puedo salir en toda la tarde y esta noche me voy sin despedirme, y él lo sabe. Y es lo que más me duele, que lo sabe y no hace nada. Supongo que será su manera de castigarme por quedarme aquí.
En estos días que me voy espero que toda las cosas les vayan bien y les de tiempo a pensar en que es lo mejor para mí, que yo me quede aquí.
Ahora que me doy cuenta, estoy pensando más en David que en ÉL. ¿Será que por fin lo estoy olvidando? Pero no es justo, ahora que ya lo tengo todo decidido me estoy dando cuenta de que David no es como yo pensaba, que se preocupa más de lo que yo creía. Creo que me quiere.
¿Y por qué siempre tengo que poner ÉL? ¿Por qué no me atrevo a poner su nombre y el de los demás si? Las cosas van a cambiar a partir de ahora. Javier. Sí. A partir de ahora no va a ser ÉL, a partir de ahora sobre todo para darle menor importancia, va a ser Javier. Simplemente Javier.
Si pudieran leer todo esto que pienso, muchas cosas serian diferentes...

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