18 de febrero de 2011

Ahogarse en un chupito de agua.

Sabéis una cosa? Tengo miedo.
Si es una palabra habitual en mis entradas y aunque la odio no para de aparecer...
Tengo miedo de...en verdad no sé de que tengo miedo, pero siento algo por dentro que se parece muy mucho a eso. ¿Qué hago? ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué narices me pasa...?

Todo esto empieza siendo una canica y termina siendo una bola de esas gigantes que utilizan los de e.f para hacernos reír un poquito y recordarnos que en el fondo, seguimos siendo niños.
Y ahora estoy sentada delante de una pantalla de ordenador, a pesar de haberle dado la tabarra a una personita que se sienta todos los días en clase conmigo, contándole a unas personas que no sé si me entienden, si ni si quiera les importa algo lo que escribo o si ni si quiera lo leen, cosas que no tengo ni idea de cómo explicarlas, pero es de éstas veces, que te da igual si al que se lo estás contando te hace caso porque lo tienes que soltar ¡y te da igual lo que piensen de ti!.
Porque estás 144 horas apoyándote en lo que ocurrió en la hora 0 de esas 144 para poder tener la esperanza de que a la próxima semana tendrás otros recuerdos para renovar y aunque no existe nada, estás confundida.
Toda esa palabrería e imbecilidades que te hacen estar rara, seguramente quedarán en eso, en imbecilidades que te imaginaste un día pero que para ti son importantes.
Y ahora que ha aparecido un símbolo como éste :) en una conversación de 2 minutos por chat, te das cuenta de que haces un océano de un chupito de agua con una pizca de sal.

Pero cuando nunca te han dicho algo parecido a un te quiero y es la primera vez que las cosas te salen medianamente bien, creo que es lógico tener miedo a perderlas.

Hoy es viernes, hoy puede que vuelva a comenzar el cronómetro en 0 otra vez.

1 comentario:

  1. cuanta razon tienes... me encanta tu blog :)
    un beso desde el rincon de http://eldeseodenuncajamas.blogspot.com/

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