-Miedo me das.
-Anoche tuve el sueño más ridículo que una persona puede tener y lo bueno es que me siento igual que lo que es el sueño, RIDÍCULA.

Ahí estábamos nosotras, un domingo por la tarde, con un bol enorme de palomitas y sin ningún novio a nuestro lado para ver una peli, pero no lo necesitábamos, estábamos juntas. Noemí y yo, arropadas con mantas y unas cuantas botellas de Nestea. Ella me estaba contando que había tenido el sueño más ridículo pero, ¿de verdad hay un sueño ridículo? Yo no sé las demás personas, a lo mejor es que yo soy rara pero en mis sueños suele aparecer gente que hace años que no veo con gente que acabo de conocer hace unos meses y bueno algunos son graciosos, otros son tristes y otros son pesadillas pero ¿ridículos?.
-No creo que sean más ridículos que los míos.
-Te aseguro que sí. Soñé que estaba en la graduación de 2º y me subía yo sola al escenario, con un bikini rojo y empezaba a cantar con mi dulce voz. Nadie me paraba y yo seguía y de repente vi a Cristian mirándome desde abajo del escenario. Me estaba diciendo te quiero.
-Bueno dentro de todo no es tan ridículo.
-Si a mí no me parece ridículo que me subiera a bailar delante de tanta gente, creo que me parece ridículo que él me dijera te quiero.
-¡Anda tonta! Si entraste al kebab donde estaba y no te quitaba los ojos de encima.
-¡Tú si que eres tonta! Si a mí me pidiera salir alguien como David así iba a estar, que estoy muy sentimental ultimamente Babi...me tiro el día viendo el Diario de Noah y no hay vez que no llore.
-No me pidió salir, no específicamente. ¡Además no te metas! -La lancé un cojín y a partir de ese momento empezó una brutal guerra de almohadas y cojines.
-Aunque fue rídiculo no me importaria volver a tener un sueño como ese, es bonito imaginar que alguien te diga te quiero...
-Yo he tenido muchos sueños ridículos de esos, claro que si te los cuento nunca se harán realidad.
-¿Prefieres pintarle sonrisas a las estrellas mientras que alguien desde una nave espacial te pone un cartel en la ventana que te dice te quiero antes que contárselo a tu amiga Noemí?
-Bueno venga pero porque eres tú... pero los resumo para que por lo menos se cumpla algo...Una vez soñé que nos ibamos todas de vacaciones a Ibiza y no parabamos de hacer el cabra de un lado para otro. Otra noche soñé que el mar se convertía en chocolate y nos metíamos a nadar y no importaba que te hicieran una aguadilla porque no pasaba nada si te lo tragabas. Soñé que aparecía el genio de la lámpara maravillosa y me concedía tres deseos, ¡los que quisiera!, y no me tenía que preocupar porque fueran demasiado fantásticos o irreales porque se me iban a cumplir. Soñé que hoy era mañana y que no me preocupaba lo que viniera el día después porque siempre iba a tener esta edad y no me iba a hacer mayor. Otra vez soñé que de verdad volaba hacia la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer y nunca más volvía. Y creo que mi sueño más ridículo fue aquel en el que alguien que no tenía rostro me decía que me quería.
-Tía que sueños...¡Hemos tenido los mismos!
-Veo que no soy la única que sueña cosas así. Entonces...
-Sí, entonces las dos somos igual de ridículas.
-Hombre gracias por el alago.
-De nada. Pero...
-¿Pero?
-¿Por que es ridículo que no tuviera rostro?
-Porque si hubiese tenido rostro le hubiera dicho que yo también, como estoy ahora mismo...¡qué más da!
Estallamos a carcajada y pasamos nuestro domingo viendo películas de amor (en realidad no viendolas sino teniendo envidia de los personajes), comiendo palomitas y arropadas con mantas rositas. Y aunque seamos unas ridículas, la quiero como si fuera la niña menudita con la voz de peque que es.